Un año después del colapso que provocó en el sector financiero la distribución de las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y las moratorias, las entidades vuelven a remangarse para atender a los cientos de miles de pymes y autónomos que se acogieron a estas medidas. El nuevo motivo es la ventana que ha abierto el Gobierno para pedir un año más de carencia y alargar el vencimiento de los préstamos. A esto se suma que estar sujeto a una novación va a ser un requisito indispensable para que las empresas puedan acogerse a las quitas que se van a poner en marcha en los próximos meses.