En este artículo de opinión para El País, su autor considera que la puesta en marcha de los créditos ICO fue “una respuesta contundente, rápida y eficaz por parte del Gobierno y de las entidades financieras”, que “permitió que muchas empresas no se derrumbaran a las primeras de cambio y hayan llegado hasta aquí”. En su opinión, el Código de Buenas Prácticas, aprobado por el Ministerio de Asuntos Económicos, que regula los criterios para las posibles quitas y refinanciaciones a empresas y autónomos, será clave para aminorar los efectos negativos de esta crisis sobre el sector empresarial.